domingo, 12 de marzo de 2017

Vergüenza política, por Paco Vega.

A veces me gustaría decir a determinados políticos que no todo vale para llegar al poder o afianzarse en el mismo, que mentir está feo y que los ciudadanos no somos tontos.

Intentar escalar puestos políticos de la mano de la falsedad y la arrogancia nos da pistas sobre lo que podemos esperar sobre su trayectoria política.

La mejor campaña electoral que puede realizar un político es su gestión de gobierno, y tiene además cuatro años para ejercerla. No nos venda la moto quince días antes del final de su legislatura con lo que no ha sido capaz de realizar. No nos venda la moto si usted ha gastado miles de euros de recursos públicos en postureo y narcisismo. OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES. No encuentro otra frase que condense mejor el razonamiento.

Que meter la mano en la caja está feo y además es delito. Que meter la mano no siempre requiere la literalidad de la frase, también es amañar contratos y apañar comisiones. Que las llamadas puertas giratorias es corrupción -digan lo que digan- y la corrupción está fea, a todos los niveles. Que si usted manipula contratos y concesiones a cambio de un puesto futuro bien remunerado, también es corrupción. Que el empresario que corrompe lo hace para sacar tajada y también es delito.


Que los ciudadanos estamos hartos de pagar impuestos que luego dilapidan en fuegos de artificio los que piensan que sólo deben rendir cuentas ante las urnas.

Que las mentiras tienen las patas cortas y la honradez no se puede comprar. Se tiene o no se tiene.

Algunos, con el gobierno en las manos, no saben demostrar otra cosa que su incompetencia porque no valen o porque han entrado en política para otra cosa...

Cada uno decide si quiere pasar a la posteridad como el más “listo” del cementerio o el más honesto y trabajador, porque allí iremos todos a parar sin remisión, aunque algunos crean que no.

Cada uno decide si quiere pasar a la historia por el número de cabezas que pisó o por las manos que estrechó.

Las adulaciones sólo engrandecen los egos que te alejan de la realidad, pero las críticas -cuando son constructivas- pueden ser provechosas para corregir el rumbo.

Los ciudadanos debemos ser críticos y exigentes con la clase política porque son los que administran el dinero de nuestros impuestos, y alguna opinión tendremos al respecto. Los cheques en blanco nunca fueron una buena fórmula de control para los que gestionan dinero público.

Utilicemos la cabeza para algo más que llevar un bonito corte de pelo… La inteligencia siempre amplió horizontes, derribó barreras y evitó corruptelas.

Tengamos vergüenza política...

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