domingo, 4 de octubre de 2015

¿ANCLAMOS O SOLTAMOS AMARRAS? por Paco Vega

Algunos que hemos tenido la suerte de convivir con otros pueblos y culturas, dentro y fuera de España, tendemos a realizar una ponderación de esfuerzos en nuestros análisis de las cosas. Yo quiero pensar que esto es bueno, porque si viajar -en el más amplio sentido de la palabra- te abre la mente a otras formas de ver la vida, convivir con distintas sociedades lo hace aún más.

A veces entre mis amigos o compañeros noto miradas extrañas ante mis respuestas cuando surgen temas espinosos como por ejemplo el de la independencia de Cataluña. Mi primera respuesta ante la disyuntiva en forma de pregunta es ¿y cuál es el problema? Y mi segunda respuesta ¿Y qué ha hecho España para conquistar la simpatía de los catalanes? Y además añadiría; quién mejor que los catalanes conoce sus problemas y sus singularidades.

Lo mismo podría aplicarse a Canarias. La situación del pueblo canario es muy parecida a la del catalán (salvando las distancias -en favor de Canarias-), ya que los canarios venimos sufriendo un desprecio permanente por parte del Gobierno de la nación, independientemente de su color político.
El sentimiento de colonia se ha hecho más patente que nunca en esta última legislatura, y es que parece ser que los diputados o senadores canarios sólo se ocupan de mantener su culo bien pegado al sillón, y saben perfectamente que levantar la voz para defender los intereses de Canarias, que casualmente es lo que prometen legislatura tras legislatura, les costaría ese codiciado sillón parlamentario.


Lamentablemente los canarios carecemos del orgullo de pueblo que si sienten los catalanes, y por eso en estas últimas elecciones han castigado duramente al PP, que les ha tratado con cierta condescendencia bravuconería ante el desafío soberanista. El PP ha cometido el error de pensar que todos los catalanes son Convergencia, al igual que en Canarias pensaron que todos son Coalición Canaria. Trasladan las rivalidades de partido a toda una ciudadanía, desentendiéndose del daño causado, que no es poco, y de los problemas reales de los ciudadanos.

Lamentablemente los canarios tenemos en el subconsciente un enfermizo complejo de inferioridad o sentimiento “genuflexo” ante el Gobierno de España, comportamiento que hemos visto escenificado recientemente en el propio Presidente de todos los canarios en su visita al Rey. Este sentimiento unido a un estado de ánimo “mendigante”, gracias al cual nos vemos suplicando una y otra vez ante el estado para que se nos apliquen políticas igualitarias, especialmente las económicas, ya no mejoradas -que sería lo lógico habida cuenta de las especificidades canarias como la lejanía y la fragmentación archipielágica- sino simplemente la igualdad con el resto del Estado. Año tras año y legislatura tras legislatura vemos a nuestros políticos nacionalistas (los otros -PPSOE- están en primer tiempo de saludo, prietas las filas a lo que diga Madrid), mendigando unas migajas de atención para este terruño alejado de la península, cuando no teniendo que soportar el “apriete de clavijas” de los propios canarios en las filas del PP y “bajo las botas” de un Ministro canario para más inri.

La escenificación de lo que digo lo hemos visto por última vez en lo que se ha venido en llamar “el anclaje del REF” donde se “baten el cobre” representantes de Gobierno Canario -CCpsoe- y del Gobierno Central -PP-. Parece ser que hace muchos años que tenemos aprobada una Ley fiscal especial para Canarias que debería favorecernos económicamente, pero lamentablemente todos los gobiernos estatales incumplen sistemáticamente su aplicación, a pesar de estar contemplado en la propia Constitución, por lo que a estas alturas de la película (la Constitución es de 1978), necesitamos “anclar” el Ref (será para que no se lo lleva la marea...). Parece ser que lo mismo ocurre con multitud de leyes que supuestamente deberían proteger, beneficiar y fomentar la economía y la vida de los canarios pero que los sucesivos gobiernos estatales ningunean mirando para otro lado. Habría entonces que ponerle “ancla y rezón” a todas las leyes canarias porque parece ser que la sola inclusión en el BOE o en el BOC no son suficientes.

Yo sinceramente apuesto por dejar que nos lleve la marea, ya que tanto “peso” nos está hundiendo el futuro de Canarias.

Para mayor abundamiento de lo que digo tenemos a un presidente de Canarias que ya “hacía ojitos” (antes de serlo) al PP y al Gobierno de la Nación cuando daban carta blanca a Repsol para que expoliasen Canarias al más viejo estilo colonialista, en contra de la opinión mayoritaria del pueblo canario. Ahora en la presidencia del Gobierno Canario baraja sus cartas de cara a los inminentes comicios generales de final de año, porque si el viento electoral sopla a favor del PP dejarán caer -a buen seguro- por la borda al PSOE para abrazarse al “nuevo amante” sin el menor pudor.

Los de Nueva Canarias por su parte (la ex-esperanza blanca), han decidido echarse un amigo como el PSOE “con derecho a roce” para los mismo comicios en lugar de buscar sus apoyos y confluencia con fuerzas nacionalistas canarias (y no hablo de CC). Lamentablemente una vez más perdemos otra oportunidad de ganarnos el “respeto de Madrid”, pero sobre todo de ganarnos el respeto de nosotros mismos. Seguimos pensando más en los asientos y en vivir de la política que en defender a los canarios que juraron o prometieron defender.

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