miércoles, 25 de febrero de 2015

LA PRESENCIA DE LA POLÍTICA EN NUESTRAS VIDAS, por Paco Vega

En la era de la información y de las redes sociales es más importante que nunca estar bien informados. Nos jugamos mucho de nuestro futuro y no basta con ser simples receptores pasivos de la información que nos brindan los grandes medios. Se hace necesario por tanto contrastar las informaciones con algo tan sencillo como escuchar, leer y ver informativos de distinto signo ideológico, pero además convertirse en buscadores activos de la información, en internet y medios. No digo que vayamos a hacer esto con cada noticia, pero si con las que nos afecten más directamente o al menos las de mayor trascendencia pública. Y leer, leer mucho...

Por lo que respecta a nuestra querida Canarias tenemos varios ejemplos de lo que digo. Hace unos días, sin ir más lejos, un periodista -entregado a todas las causas que salgan de las filas de determinado signo político- atacaba de forma innecesariamente dura con el tema petrolero-gasístico a un político canario de contrastada formación en temas energéticos y contrario a las prospecciones, al gas y a todo lo que no sea la vía limpia de las renovables para gestionar nuestro futuro energético. Naturalmente fue el periodista el que evidenció un ridículo espantoso por su majadería con el tema de las prospecciones y el gas, a pesar de que Repsol ya había cogido las de “Villadiego” (no sabemos si para volver) y el político argumentó sólidamente la innecesaria y perjudicial entrada del gas en las islas. Aún así, este tipo de informadores saben que su mensaje puede calar muy bien en sectores de la población poco informados sobre el tema en cuestión. Los mercenarios de la información hacen su agosto en el río revuelto de la desinformación política que vive muy al margen de los temas de actualidad y de la política.


La política está en todas las facetas de nuestras vidas. Por eso, la famosa leyenda de “yo paso de la política” no evidencia más que la ignorancia de quien la pronuncia, puesto que si tu pasas de la política, ella no pasará de tí, puesto que nos influye en todos los órdenes de la vida. Este de las prospecciones petrolíferas, la introducción del gas en Canarias o el impuesto al sol, son sólo algunos ejemplos. La privatización de los aeropuertos sería otra que posiblemente genere desinterés si no somos conscientes de lo que esto significa y si escuchamos en algunos medios “amigos” decir que esto será bueno para el mejor funcionamiento de los mismos, obviando que la privatización de los aeropuertos canarios significará convertirlos en negocio privado, y lo privado cuando no da negocio se cierra o se minoran sus frecuencias y destinos, al margen de una más que probable subida de tasas. El interés general de los canarios, por poner el ejemplo de unas islas en las que los enlaces aéreos son imprescindibles para la movilidad de sus habitantes, queda en un segundo plano o directamente desaparece.

Política es también el que nada más llegar al poder, con un ministro canario al frente, para más inri, vuelve a imponer el certificado de residencia a los canarios -desaparecido años atrás- para obtener su descuento de residencia, con lo que se vuelve a cargar sobre las espaldas de los canarios más dificultades y sensación de lejanía de la que ya tenemos.

Y política también es, en un plano mucho más cercano al ciudadano la subida en un 100% del recibo de la basura, sin que haya una mejora en la misma proporción en el servicio que se venía prestando. O bien la el importe del IBI (más conocido por la contribución), en el que en algunos municipios seguimos pagando impuestos por nuestras viviendas a los precios del techo de la burbuja inmobiliaria de 2007 -en algunos casos el doble de los actuales-, simplemente porque el Gobierno Municipal de turno se ha negado de forma reiterada a solicitar su revisión (ponencia de valores). O el decidir que todos los dineros y subvenciones que llegan al municipio por la vía de la Consejería de Cooperación Institucional del Cabildo y otras, vayan destinadas a determinada “obra emblemática” de incierto futuro, en lugar de acometer actuaciones municipales en los barrios, habitualmente dejados de la mano de Dios.

Política también es la privatización del alumbrado público que acaba de acometer determinado Grupo de Gobierno del Norte de Gran Canaria. Si, como lo leen, la privatización del alumbrado público. ...dito sea Dios... ¿Qué nos quedará por ver?

También es política -pero de la rancia- cuando determinado Alcalde basa todas sus actuaciones en engrandecer artificialmente su figura política con la intención de una proyección personal a otras cotas de poder. Para ello no duda en poner su imagen fotográfica en lugar privilegiado de cualquier acto, casual o provocado, e incluso convocar actos de cualquier relevancia con la “sana” intención de inundar con su imagen los informativos locales, en situaciones que, de no ser por la seriedad y la responsabilidad del cargo, inducirían a la hilaridad.

Documéntese e infórmese, y luego tome su postura con criterio. No me crean ni a mi, pero insisto, la política está muy presente en nuestras vidas.




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